Hay que decir que el área de ingeniería de Ford de México, liderada por Marcos Pérez, inició hace años –podemos decir décadas– con menos de 40 ingenieros. Hoy contrasta con los 3 mil 200 con los que acabará este 2023.
Ese es el tamaño de lo que representa el GTBC, un proyecto que produce ideas, talento, jóvenes mexicanos mejor preparados y hoy no hay vehículo en el mundo de Ford que no tenga desarrollo en México, ya sea de partes, sistemas, validaciones, etcétera.
No hay programa de la corporación que no tenga que ver con este centro y hay vehículos intensivamente desarrollados como el proyecto Bronco Sport, que además incluye Maverick, o gran parte el Mustang Mach-E en sus interiores.
GTBC, moderno y vanguardista
El Centro posee 170 mil metros cuadrados, donde hoy pueden asistir 4 mil 700 asociados al día y puede llegar a 9 mil asociados de manera híbrida, con áreas de comida, gimnasio, canchas reglamentarias de distintos deportes, transporte, etcétera, enfocados en sus vidas.
En ingeniería es impresionante la riqueza que hay, tanto en innovación y desarrollo, con áreas donde se pueden encontrar materiales y tecnología como impresoras 3D para materializar prototipos, hasta áreas donde se están analizando cada una de las conexiones de arneses de los vehículos.
Se pueden probar vehículos a las temperaturas más bajas posibles y altas, es increíble esta parte del centro ya que pueden validar durabilidad, dureza, confiabilidad, todo de cualquier vehículo Ford que se venda alrededor del mundo.
En centro maestro de la innovación
Hay áreas que calibran, validan, analizan chasis, exteriores, electrificación, áreas que son asistidas por computadora, las que están enfocadas a ingeniería del vehículo, pruebas, desarrollo, validaciones de software y desarrollo de este. Como un centro maestro para la creación de los nuevos vehículos que verán luz en algunos años.
Lo que se hable de este centro es poco, es un mundo que cada día respira, vive y encuentra las soluciones magníficas para el futuro. Desde 2016 se han generado 519 patentes y continúan. Tal es la importancia de los jóvenes mexicanos que trabajan ahí, que alrededor del 87% de ellos son millenials.
Pocos centros como este existen en el mundo. Marcos Pérez logró lo que pocos, la confianza de la corporación para invertir 260 millones de dólares en esta infraestructura que produce ingeniería y procesos de alto nivel para todo el mundo. Además de un ciudadano corporativo en el área que se está desarrollando alrededor.
Visitarlo, para creerlo, los espacios son tan atractivos para convivir que yo creo pocos aplican el home office, o los ingenieros se sienten como en su casa.