Los fanáticos de Taylor Swift se han ganado la reputación de ser una fuerza de la naturaleza, pero el pasado fin de semana realmente se superaron a sí mismos. El 22 y 23 de julio, los Swifties llenaron el Lumen Field de Seattle para dos noches con entradas agotadas del “Eras Tour” en curso de Swift y, según el sismólogo Jackie Caplan-Auerbach, sus aullidos y gritos causaron una actividad sísmica equivalente a un 2.3 terremoto de magnitud.
Caplan-Auerbach, profesora de geología en la Universidad de Western Washington, recolectó alrededor de 10 horas de datos en el transcurso de las dos noches, lo que reveló que la actividad sísmica en el área fue casi idéntica para cada espectáculo. Compartió sus hallazgos con CNN, donde se puede ver una representación visual de los datos.
Sorprendentemente, este tipo de evento en realidad no es tan raro. El año pasado, un concierto de Garth Brooks en la Universidad Estatal de Louisiana provocó un pequeño terremoto cuando interpretó el himno no oficial de la escuela, “Callin’ Baton Rouge”. De manera similar, incluso Caplan-Auerbach lo ha visto antes: en 2011, cuando los fanáticos de los Seattle Seahawks celebraron un touchdown del corredor Marshawn “Beast Mode” Lynch, provocaron un período de actividad sísmica que luego se denominó “Beast Quake”
