El ex productor ejecutivo de los Grammy, Ken Ehrlich, recordó un raro momento en el que Tina Turner dudó de poder realizar una presentación en el escenario.
“Creó su icónica entrega en solitario de “What’s Love Got to Do With It” en la ceremonia de entrega de premios de 1985, que todavía considera uno de sus mejores momentos.” Recordó haber tenido un asiento de primera fila mientras rendía homenaje a Turner, quien murió el 24 de mayo.
“Casi no puedes pensar en esa canción sin pensar en ese momento de ella sola en ese escenario, dominando”, dijo Ehrlich a Variety. “Tuve la idea de que quería que ella pasara por estos escalones, se revelara de perfil completo y luego bajara y cantara la canción. Sin orquesta, sin banda, sin nada, solo ella. Ni siquiera quería hacer una introducción, sino que ella apareciera allí. Sentí que era más efectivo que tener un anfitrión o un presentador que dijera. ‘Damas y caballeros, por favor den la bienvenida…’. Ella no necesitaba eso”.
Pero cuando sugirió la idea, a Turner le preocupó bajar las escaleras con los tacones. “Al principio dijo que no creía que pudiera hacerlo, lo cual es raro porque podría hacer cualquier cosa”, dijo Ehrlich. “No podía creer que ella no hubiera hecho escaleras así antes, porque, quiero decir, ella sabía lo geniales que eran esas piernas, y no había manera de mostrarlas mejor que subir y bajar escaleras así. Creo que dije: ‘Déjame construir una unidad de escalera, y si ella no la quiere, no la usaré’. Porque sabía que le iba a encantar. Y ella entró, lo miró, le encantó… ¡y luego terminó comprando las escaleras para poder llevarlas de gira! … Ellos tomaron la idea y eso se convirtió en una gran parte de la gira”.
Mira a Tina Turner en los Grammy de 1985
Ehrlich señaló: “No voy a decir que definió su carrera, porque ‘What’s Love Got to Do With It’ ya había sido un gran éxito: ganó el Disco del año ese año. Pero cuando la viste venir y bajar esos escalones, aunque no era una mujer alta, era más grande que la vida”.